Los últimos rayos de la tarde iluminan la entrada de uno de los edificios más representativos de la ciudad: el Teatro Principal de Zaragoza es el lugar escogido para que Lirio y Jizhu se vistan de largo luciendo sus mejores galas.
“Os invito a emprender un viaje en el tiempo, y a acompañarme hasta el Lejano Oriente más misterioso e implacable. Esta es la historia de una hermosa concubina que se ve arrastrada lejos de los muros de la corte para desposar al arrogante rey de las estepas…”.
Así comenzó la presentación de Hierro y Seda de Violeta Otín. Casi un centenar de personas se vieron transportadas hasta la China Imperial para dejarse seducir por las sedas y el incienso, por la lucha despiadada de los guerreros nómadas para sobrevivir, y sobre todo, por la sensualidad de un amor épico entre dos protagonistas que no dejaron a nadie indiferente.
Una pintora y un fotógrafo artístico, Francisca Zamorano y Julio López, arroparon a la autora destacando la belleza de las imágenes que pueblan la novela, la plasticidad de su lenguaje envolvente, el poder evocador de las palabras que más que contar, dibujan una historia de amor que atrapa a sus lectores. Ambos señalaron el profundo erotismo que recorre el libro, incitante y sugerente, y leyeron algunos breves pasajes para animar al público a hacerse con un ejemplar “que no podréis dejar de leer”, como ellos mismos afirmaron.
La fortaleza disfrazada de fragilidad de Lirio, los miedos ocultos que atenazan a Jizhu, el lado oscuro de Berke… Pinceladas de los personajes más importantes, sin desnudar sus secretos, para terminar de convencer a los pocos que aún quedaran indecisos. Poco más de una hora y media para descubrir por qué Hierro y Seda es una novela que no hay que dejar escapar.
Violeta Otín
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